Comenzamos la nueva campaña agrícola con una actualización importante en nuestro plan de fertilización: reemplazamos el tradicional 7-40-40-0 + 5S por el nuevo 8-40, una mezcla química de alta eficiencia que marca un salto en rendimiento y uniformidad.
El cambio no es solo de nombre: el primer número representa el nitrógeno (N), que pasa de 7 a 9, aportando un mejor arranque vegetativo; el segundo número corresponde al fósforo (P), que sube de 40 a 42, clave para el desarrollo radicular; y el 5S del producto anterior hace referencia al azufre (S), un nutriente esencial para la síntesis de proteínas y el aprovechamiento del nitrógeno.
Pero la diferencia más importante está en la naturaleza de la mezcla. El 7-40 era una mezcla física, en la que cada grano contenía solo uno de los nutrientes, lo que podía generar cierta desuniformidad en la aplicación. En cambio, el nuevo 8-40 es una mezcla química, donde cada partícula contiene todos los nutrientes de forma integrada. Esto garantiza una distribución más homogénea en el suelo, mejor disponibilidad y mayor eficiencia en la absorción.
Además, con una mayor concentración de nutrientes por tonelada, el 8-40 ofrece más productividad al mismo costo, optimizando tanto la logística como el rendimiento agronómico.
Con esta mejora, reafirmamos nuestro compromiso con una agricultura precisa, sustentable y competitiva, apostando por la innovación técnica y la mejora continua en cada campaña.